Trip to the moon

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Puede que Federico García Lorca fuera, en efecto, un perro andaluz, pero la soga que le ataba a Granada era tan larga que le permitió recorrer media España y viajar hasta Nueva York y Cuba. La poética lorquiana es un espacio de extremos. Cuando se acerca al folklore, Federico es el más folklórico: ningún otro poeta de su generación —ni siquiera, por ejemplo, un Rafael Alberti— revela un amor por las raíces como el que se desprende del Poema del Cante Jondo (1931), del Romancero gitano (1928), o de la conferencia Las canciones de cuna españolas (1928). Cuando es vanguardista, Federico es el más vanguardista: no hay título de sus días, por más relevantes e indiscutibles que sean Cal y Canto (1929), o Trilce (1922), o La destrucción o el amor (1934), que pueda igualar el vértigo que produce la lectura de Poeta en Nueva York (1930). De sus incursiones en el teatro no hablemos. Incluso en creaciones totalmente marginales como el guion de cine Viaje a la luna (1929), Lorca se señala por el riesgo asumido, pero también por su coherencia y por la maravillosa dificultad que nos plantea para deslindar lo moderno de lo atávico, lo íntimo de lo universal.

IMG_20220327_125122cTrip to the moon (2021) fue una obra concebida como eje central de Federico García Lorca: la constelación y el viaje, una muestra que se ha extendido durante casi un año en el Centro de Estudios Lorquianos (Fuente Vaqueros, Granada) y que ha culminado con la publicación de un catálogo de 180 páginas editado por el Patronato Cultural Federico García Lorca. Si quieres leerlo, pide un ejemplar en tu librería más cercana (¡grita hacia Roma!), o bien haz un pedido on-line a Ubú Libros (con tu compra estarás dando apoyo a una librería pequeña e independiente). Si prefieres comprar la obra original, mándame un mensaje a través del formulario de contacto y te enviaré toda la información que puedas necesitar.

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Escrito en Nueva York, probablemente hacia el otoño de 1929, el Viaje a la luna de Federico es, ante todo, un viaje hacia el interior, una exploración de los deseos y los temores más profundos del poeta, mezclando imágenes de la memoria con sus experiencias en la gran metrópolis: la excursión a Coney Island, los paseos por Broadway, o la vida nocturna de los clubes de Jazz. Trip to the moon se compone de 34 láminas (+ una ficha de tiraje) guardadas en una caja de cartón hecha a mano. Las láminas no tratan de ilustrar el texto de Lorca sino de recrearlo con un lenguaje libre y personal. Por contradictorio que pueda parecer, para aproximarme a lo que me pareció que era el meollo del texto decidí alejarme —a veces incluso mucho— de la fuente. Así, los collages sintetizan, recombinan o dan desarrollo a materiales y referencias relativamente dispares. En Viaje(s) a la luna, uno de los textos incluidos en el catálogo de la exposición, Humberto Huergo advierte que

La pulsión de Rrose no es lorquiana, sino, me atrevería a decir, mallarmeana; no vomita sino que echa a rodar los naipes. No tanto un viaje a Lorca, cuanto un viaje de la «L» de Lorca a la curva lemniscata de Bertouilli (), el símbolo del infinito: Lorca estrellado. (…) No puede ser más barroco ni más juguetón. Cada naipe es todos los naipes. Lejos de detenerse, la circulación del sentido se abre al infinito, en un movimiento deseante que recuerda el «torbellino de hilaridad y horror» de Mallarmé. Torbellino, sí, pero no solo de horror como el ciclón de Lorca, sino también de hilaridad: un parto de estrellas, una erótica celeste como la de su admirado Val del Omar (…) La partida de naipes de Rrose es un juego lascivo de imágenes que buscan sus desvíos en una hermenéutica estrellada que no entiende de errores.

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La caja y la ficha de tiraje llevan la impronta de un sello creado ex-profeso. La tirada consta de tan solo 16 cajas. Todas las láminas están firmadas y numeradas.

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